domingo, 11 de marzo de 2007

Transantiago es corregible

Autor: Patricio Hales Dib.
Artículo publicado en el diario La Tercera.
Edición del domingo 11 de marzo de 2007


Lo más patético de Transantiago son las peleas entre políticos, las contradicciones de poder, la falta de pudor en homenajes y apoyos políticos a autoridades, disputas y respaldos, mientras las personas sufren esperando solución.

Un día va a funcionar bien y será un beneficio social. Pero ahora hay que arreglarlo y resolver lo que afecta a la gente. La indignación diaria, se justifica en el drama humano de no poder trasladarse a destinos básicos, especialmente quien no viaja en auto.

Eso exige terminar el enfoque ingenieril que cuida flujos-contratos-ingresos, y cambiarlo a una mirada urbana que reconoce barrios, actividades, origen y destino de las personas en la ciudad.

La transformación del transporte es un cambio de las conductas cotidianas de las personas y no un dato de la ingeniería de transportes, por eso es un fuerte trastorno social diario, de enormes efectos políticos, que el gobierno no procesó cuando se le dijo. No se entendió Transantiago en su dimensión política sino teórica.

1. El ministerio debe corregir los recorridos inexplicablemente malhechos después de 5 años. Reestudiar con las municipalidades cobertura por barrios y actividades básicas: hogar-trabajo-estudio-esparcimiento y no reducido a los Directores del Tránsito.

2. Exigir GPS en los 5.000 buses para el control de frecuencia diseñado originalmente, que hoy cubre solo 2.300 buses. No todo es boicot. Esto es imprevisión.

3. Construir 150 andenes de prepago. En estos días la autoridad “descubrió” la necesidad de hacer 3 y ahora 11.

4. Apurar la infraestructura que debía estar lista antes de partir.

5. Subsidiar la tarifa. $380 ya es caro para quien tenía convenio “me lleva por cien”.

6. Simplificar la pedagogía al usuario perdido en los paraderos.

7. Auditoría al Administrador Financiero debe ser frecuente. Sus dificultades desorientan la flota y desincentivan empresas de buses por falta de validación.

8. Se evidenció la necesidad de Metro por Independencia. Eliminar la desigualdad que priorizó Apoquindo-Las Condes.

9. Incorporar a Carabineros para activar la flota, despejar flujos y diseñar, con ellos, planes de contingencia.

10. Asegurar de verdad y en abundancia, corredores exclusivos.
11. Si no se cumplirá la promesa de ahorrar tiempo de viaje habrá que resolver el agotamiento de pasajeros de pie.

12. Mano dura en los contratos exige eficiencia en el diseño del Plan.

En otro momento, y no ahora, habrá que analizar por qué se cambiaron las bases de licitación, por qué no partió con las condiciones técnicas acordadas, el software se experimentó después de iniciado, se descubrió recién que los recorridos estaban mal estudiados, las frecuencias no se cumplieron, los tiempos de viajes no serán los prometidos, y tantas materias que muestran a Transantiago como una sorpresa que la autoridad no conocía. Tiene más de 5 años. Parece que no hubiéramos propuesto nada o bien que nadie escuchó.

La verdad es que al no entender el plan como un problema urbano-humano, no se evaluó su efecto social masivo y sus consecuencias políticas, para las que no basta solo la valentía sino eficiencia.

La gente ha puesto la paciencia. Por ahora.

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