viernes, 21 de diciembre de 2007

Diputado Hales agradeció a la Presidenta Bachelet por su carta sobre comisión del Transantiago

Fuente: Radio Cooperativa
Edición del 20 de diciembre de 2007


Quien fuera titular de la comisión investigadora del Transantiago, el diputado PPD Patricio Hales, destacó como un importante gesto que la Presidenta Michelle Bachelet enviara el miércoles una carta calificando como "útiles" las conclusiones de la instancia para el proceso de normalización del sistema de transporte capitalino.

“Nos honra que en su carta usted agradece y reconoce nuestro trabajo destacando su acuciosidad y utilidad”, reseñó Hales, quien enfatizó el carácter inédito de que un jefe de Estado envíe “una carta de reconocimiento al presidente de una comisión investigadora”.

“Estaremos a su lado para llevar adelante, tal como usted dice, un nuevo sistema de transporte público que dista significativamente de lo que quiso ser y lo que fue el Transantiago”, agregó Hales, en referencia a la invitación de Bachelet a colaborar con el trabajo del ministro de Transportes, René Cortázar.

El diputado finaliza la misiva valorando que la carta Bachelet reafirma el compromiso de todos los miembros de la comisión de fiscalizar, establecer responsabilidades y proponer soluciones.

4 comentarios:

Roberto dijo...

Patricio, salud! Si leyó mi mail y no lo contestó, debiera estar enojado con usted. El día mismo que recibí su mail en el que me pedía un texto para una página web en la que subiría los aportes que hacen los usuarios para resolver la comedia del "Transantiago: amores desencontrados", ese mismo día lo redacté y de esto hace ya más de dos meses.Me gustaría saber si recibió el mail y qué le parecieron mis propuestas, nada que ya no se haya hecho, el punto es que no las llevan a la práctica tampoco. Y como le digo en el texto, somos seres humanos y no máquinas´".
Espero su respuesta.
Atentamente, Roberto Tessler, Periodista

Roberto dijo...

TAXIS COMPARTIDOS
Una nueva modalidad en materia de medios de transporte urbanos surgió en Santiago. Los taxis compartidos. Llega un momento en que la paciencia se agota; después de una larga espera a que el bus verde y blanco del Transantiago llegue, y después de haber perdido los tres o cuatro que pasaron todos juntos hace unos minutos, pienso ¡basta! Y digo a viva voz al ver un taxi “ voy hasta Providencia, alguien quiere venir conmigo? Así viajo más rápido y menos apretado.
Timidez, desconfianza… cuesta hacerlo al principio, pero en definitiva te ahorras la mitad del viaje, si es que no más, si suben más pasajeros y comparten entre tres o cuatro; en general los taxistas lo aceptan y otros con cara de poto te dicen “ no es colectivo” y se pierden la carrera.
por Roberto Tessler
Periodista
robertotessler@gmail.com

Roberto dijo...

CARTA A DON TRANSANTIAGO, por Roberto Tessler
Transantiago hoy es una realidad. Las micros amarillas son parte del pasado. El nuevo sistema de transporte capitalino llegó para quedarse. Y lo hizo con bombos y platillos, no como muchos hubiesen esperado, sino derribando las expectativas de sus mayores interesados: sus usuarios. Y esto también es una realidad. Una realidad que debe ser abordada y que requiere de soluciones urgentes.

No es momento de seguir insistiendo en buscar responsabilidades ni apuntar a los responsables. Lo fundamental ahora es solucionar dos grandes temas, sus recorridos y sus frecuencias.

Pero hay un tercer elemento, el humano, que muchas veces dejamos de lado y que resulta en este caso de fundamental importancia.

Las platas para su financiación, de uno u otro lado, ya van a llegar, pero ¿cómo revertimos la desilusión de la gente, la desconfianza, el descreimiento en nuestros gobernantes… más aún si a través de los medios todavía vemos que más que soluciones priman las disputas?

No todo está perdido, no podemos pensar que el Transantiago no tiene solución, por el contrario, la solución está en manos de todos sus actores, incluyendo sus usuarios.

De a poco nos hemos ido enterando que desde diversos sectores han comenzado a surgir ideas: la formación de una comisión multidisciplinaria de expertos, implementación de sistemas que permiten conocer a través de los teléfonos celulares el momento exacto en que la micro pasará por un determinado paradero, sitios web con mapas de recorridos, y más buses circulando en las calles.

El aspecto humano del Transantiago merece ser abordado con igual atención, respeto, importancia y urgencia que el tema de su financiación.

¿Qué hacer con los miles de santiaguinos que día a día se suben a las micros y con una indiferencia absoluta se “olvidan” de pagar sus pasajes? Sin lugar a dudas, y en un plano aún más profundo, esta realidad da cuenta del nivel de educación y el pobre respeto por los valores que muestran algunos de nuestros compatriotas…No es argumento válido pensar que no se debe pagar el pasaje en respuesta a la ineficiencia del Transantiago.

¿Qué hacer con los miles de santiaguinos que día a día esperan en los paraderos ansiosamente las micros y que finalmente optan por otros medios de transporte al ver que los buses no llegan…pero no todos tienen la posibilidad de hacer esto.

¿Y si pensásemos en la posibilidad de cambiar el ambiente al interior de los buses justamente con el objetivo de cambiar la percepción de la gente…?

¿No sería distinto si al subir a las micros los choferes nos saludaran con un “buenos días, buenas tardes”? ¿Sería tan difícil instruirlos para que así lo hicieran? Los choferes no son un apéndice de la máquina, son personas y como tales deben ser tratados. ¿Tal vez un gafete con sus nombres? Esto mejoraría muchísimo el ambiente al interior de los buses. Este tipo de soluciones son abordadas exitosamente por empresas nacionales e internacionales, públicas y privadas. “Buenos días, gracias por comunicarse con…usted habla con ….con quién tengo el gusto…?” Así se marcaría la diferencia, somos seres humanos y a todos, sin excepción, nos gusta que así nos traten. Sonreír cambia estados de ánimo. Qué tal si leyéramos en los medios de comunicación “Transantiago saluda a sus usuarios” , sería un buen inicio.

¿No sería distinto si en los buses encontrásemos personas con poleras identificatorias del Transantiago que nos informaran sobre el sistema, sobre el recorrido particular de la línea, información sobre frecuencias, entre otros? Comunicación cara a cara, la mejor manera de decir las cosas.

¿No sería distinto si además de carteles, al interior de los buses, que nos informaran los teléfonos de reclamos, sobre los distintos recorridos, patentes del vehículo, también sedujéramos a los usuarios con mensajes, por ejemplo: “Haz el bien…paga tu pasaje”, “Sube por la puerta trasera, pero recuerda… el pasaje se paga adelante”, “Transantiago también es tuyo, mejorémoslo, haznos llegar tus sugerencias”, “Transantiago avanza, pongámosle el pasaje”, entre otros. Comunicación in situ, una buena manera de decir las cosas.

¿No sería distinto si a los carteles electrónicos les diésemos un uso diferente y en vez de leer mil y una vez “Transantiago, Transantiago, Trans…”, leyéramos datos prácticos sobre el recorrido e información general del Transantiago? Ejemplo “La próxima parada es …” “Se informa sobre la suspensión del paradero en Alameda con..” “A partir de tal fecha el valor del pasaje…”

Típico del paisaje urbano son los choferes escuchando música en las micros. ¿No sería distinto si esa música fuese compartida con los usuarios? Música suave, melódica, alegre que se escuchara en toda la micro? La música es un alimento para el Alma.

Recuerdo una oportunidad en que visité Buenos Aires, subí a una micro en la que había un dispensador de diarios en un formato especial para leer durante el viaje y con colores llamativos. En los buses del Transantiago se podría hacer lo mismo, un medio con las principales noticias de la semana (breves), entretenimientos, crucigramas, curiosidades, información de la empresa, sorteos, concursos (al igual que en el Metro: Transantiago en cien palabras) ¿No sería distinto si en vez de caras largas los usuarios disfrutaran de un viaje placentero, entretenido? Cambiaría ciertamente la percepción de la gente. Así como somos buenos para criticar, también somos agradecidos.

¿Y si la tarjeta bip, la estrella del Transantiago, nos abriera las puertas a otro tipo de servicios? Todos estaríamos agradecidos.
¿Y si lo intentásemos…? Pongamos en práctica, progresivamente, nuevas ideas y evaluemos sus resultados. No cometamos el mismo error, no “pongamos toda la carne en la parrilla”.
robertotessler@gmail.com

Anónimo dijo...

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